EL GRAN INGENIO DE JUANELO TURRIANO

El personaje que vamos a tratar debemos situarlo en la época del Renacimiento y la Monarquía Hispánica (s.XVI), es decir, un momento en que los Austrias dominaban Europa y América, consolidando el Imperio español . A ello debemos unir las nuevas ideas humanistas, el intercambio de artistas e ideas (gracias a la imprenta)  y por los estudios filológicos, artísticos y científicos  que tuvieron su reflejo en los reinos peninsulares.  

Busto de Juanelo Turriano realizado por Alonso Berruguete (wikipedia)

Al inicio del siglo,  en 1500 nace en Cremona (Italia)  Giovanni Torriani apenas hay más datos sobre sus primeros años hasta su llegada a España, donde su nombre paso a ser Juanelo Turriano.  Antes de esto, parece ser que entró como aprendiz en un taller de relojería donde aprendió el oficio, para el que eran necesarios conocimientos de matemáticas, astronomía, mecánica…etc. Conseguirá renombre como maestro relojero, razón por la cual fue llamado por Carlos I, para nombrarlo Relojero de la Corte en 1530. 

Trabajó y vivió en Toledo desde 1534 hasta su muerte en 1585. 

Asentado en  España, construyó para el rey dos famosos relojes astronómicosel primero denominado Cristalino, un reloj en el que se podía ver la posición de los astros en cada minuto. Este reloj era capaz de poner en movimiento 1500 piezas a la vez. El otro reloj ,se trata del Astrarium, creado por Giovanni Dondi en el siglo XIV, obra maestra de la tecnología medieval, que restaurara. 

Incluso acompaño al César a su retiro en el monasterio de Yuste. Tras morir Carlos I (1558), será nombrado por Felipe II como Matemático Mayor. Al poco tiempo, el papa Gregorio XIII solicitó la colaboración del ingenioso italiano en la reforma del calendario.  

A su regreso a España, Turriano participo en la construcción del Pantano de Tibi(Alicante) que fue la presa más alta de Europa durante cerca de tres siglos. La presa se levanta la cerrada entre dos farallones rocosos casi verticales, proporcionando asiento para los estribos. Su innovadora planta curva junto con el perfil en talud del muro situado aguas abajo supuso una renovación técnica fundamental, siendo una mejora de las presas de arco que da origen a las modernas presas arco. En la actualidad la presa continua en funcionamiento.

 

Presa del Pantano de Tibi (wikipedia)

Otro obra que diseño, a petición de Juan de Herrera, fueron las campanas de El Escorial.  

Sin embargo, la obra que supuso un reto en su trayectoria fue el encargo del Marqués de Vasto en 1565, prócer toledano. Se trataba de la construcción de una máquina hidráulica para surtir a Toledo de agua del Tajo, es conocido como “Artificio de Juanelo” o “El ingenio de Toledo”.  Consistía en subir a los depósitos situados bajo el Alcázar la cantidad permanente de “mil seiscientos cántaros de a cuatro azumbre de agua” (12400 litros diarios) y debía ejecutarse en tres años. 

Firmado el contrato de adjudicación entre el Rey, la ciudad y Juanelo, en él se detallaba que las obras correrían por cuenta de este último, pero que, si su artificio funcionaba de acuerdo con lo proyectado, se le pagarían 8000 ducados tras quince días de la llegada del agua al Alcázar y otros 1900 ducados de renta perpetua anual por parte de la ciudad de Toledo. 

Sistema hidráulico por medio de engranajes de palas y ruedas

Ruinas del Artificio de Juanelo en Toledo

Imágenes obtenidas en wikipedía (https://es.wikipedia.org/wiki/Juanelo_Turriano)

Turriano terminó la obra en 4 años, llegando a subir de manera eficiente agua a la ciudad gracias a un sistema hidráulico complejo de “palas y ruedas”, que salvaban un desnivel de más de 100 metros, engranados de modo ingenioso iban pasando el agua los unos a los otros, en altura creciente, de tal forma  que podía elevar gran cantidad de agua salvando el desnivel.La primera subida de agua tuvo lugar el 23 de febrero de 1569suministrando a la ciudad 14. 100 litros de agua al día, que era una vez y media lo pactado. 

 A pesar de ello, la ciudad no quiso pagar, alegando que debido a que el agua se almacenaba en el Alcázar de Toledo, por tanto, era para uso del rey y no de la ciudad. El matemático tuvo que costear de su bolsillo el mantenimiento de su artificio durante seis años. Tras los cuales, la Corona sufragó la construcción de un segundo ingenio. Este se terminó en 1581, si bien Felipe II pagó al ingeniero, la ciudad no hizo lo mismo. Ante lo cual renunció a él, ya que no podía costear el mantenimiento. El problema fue que nadie quería pagar el artificio,  como consecuencia de ello, Juanelo se arruinó. De ahí que muriera en la indigencia, siendo enterrado modestamente en un convento de Toledo. 

A partir de 1617, los descendientes  de Juanelo abandonaron el cuidado del ingenio, provocando que los materiales fueran objeto del pillaje y el primer ingenio había sido desmontado, por lo que no queda nada de tan magnifica obra. En 1992 fue recreado en la Exposición Universal de Sevilla con el objetivo de hacer funciona un reloj, que se mantuvo en funcionamiento durante el periodo que duro la Exposición.

(Aquí se puede ver la recreación https://www.youtube.com/watch?v=4-XFQW861I0)

Otras obras o ingenios de este magnífico ingeniero, matemático y astrónomo fueron: una especie de ametralladora rudimentaria, máquinas voladoras, todas ellas diseñadas y construidas por él.  

También se le atribuyen la obra “Veintiún Libros de los Ingenios y Máquinas”, aunque actualmente se ha descartado su atribución. Al parecer también escribió otros muchos libros y tratados, pero de temas militares que en su época se consideraron secretos de Estado, por lo que fueron publicados muchos años después. 

Por otra parte, existen dudas sobre una de sus obras, “el Hombre de Palo”, tanto sobre su naturaleza como de su función, pero la leyenda más extendida afirma que se trataba de un aparato antropomórfico de madera, construido con el objetivo de recolectar limonas además de tener la capacidad de mover las piernas y brazos. Según algunas versiones este autómata era capaz de andar mientras pedía caridad a los caminantes, incluso que al recibir alguna moneda realizaba una reverencia de agradecimiento. No hay documentos históricos acerca de este artificio, ya que fue quemado en vida de su autor. Hoy solo tenemos constancia del lugar donde pedía limonás, la antigua calle de las Asaderías de Toledo, donde se encuentra una placa en su recuerdo, de ahí que actualmente se denomine la “Calle del Hombre de Palo”. 

Imagen obtenida de la web Leyendas de Toledo

Un hombre con tal ingenio y capacidad de creatividad, es apenas conocido, sus principales obras no perduran y tratado injustamente por la ciudad donde vivió y desarrollo su obra más audaz. A partir del año 2001, gracias a una serie de novelas históricas y biográficas sobre Turriano,  además de la Exposición en la Biblioteca Nacional de España en el 2020, su figura se ha puesto en valor. 

Bibliografía: 

-García Tapia, Nicolás (1990): Ingeniería y Arquitectura del Renacimiento. Editorial Universidad de Valladolid. 

-VV.AA (2020) Catálogo de la Exposición: Sueño e Ingenio. Libros de Ingeniería civil en España: del Renacimiento a las Luces. Editorial Biblioteca Nacional y Fundación Juanelo Turriano. 

-Martínez Pinna, Javier (2019). “Juanelo Turriano. El genio renacentista español.” Clío: Revista de Historia nº 210 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s